lunes, 15 de septiembre de 2014

RÉQUIEM AL ESTRÉS

Hacer un cuaderno de bitácora de la salida en bici, es realmente un placer, recordar los lugares que acabamos de recorrer es un alivio para la mente ya que el recuerdo se transfiere al texto y no es difícil, lo que realmente sería complicado y quimérico es resumir las emociones, los gestos, las risas y el sentimiento amical que flota durante todo el recorrido, para esto las fotos sirven mucho.



Nuestra ruta la iniciamos en Shirán tomamos la carretera antigua - ésa por la cual solo muy pocos vehículos motorizados circulan-, claro antes la dotación de “cañita” y plátanos ya estaba en los maillots. Fue un domingo con clima perfecto para pedalear (a veces me pregunto: ¿no será que la atmósfera queda relegada a un segundo plano, y el buen clima es solo un microclima llamado amistad?). 
La ruta sin inconvenientes, eso sí con curvas, piedras, agua, mucho verde, personas amables, niños con mucho ingenio y fantasía de nubes y cerros. Llegamos a Samne, y de hecho nuestro grupo va directo a comer los tamales, es imposible ahora no recordar el apellido Su Len, los “dinos” ya me entenderán, los bisoños tendrán que saber que Ramón fue el iniciador de todo esto en Trujillo y vaya que le gustan los tamales, luego una “Guaraná” en una nueva tienda con un terracilla muy pintoresca. 

Son ya varias las veces que hemos recorrido Samne, pero en ésta el cicerone Miguel nos invita a subir por un sendero, es en realidad una calle del pueblo, viviendas familiares acordes con el paisaje –cuanto no daríamos porque el domingo tuviera más horas y poder sentarnos en una zaguán y disfrutar desde allí la caída de la tarde, pero no, somos bichos de ciudad y el tiempo nuestro jefe; una curva y entonces la sorpresa del día, unas casas salidas de cuentos europeos, recordamos que son de la época de la bonaza económica de Samne asociada a la minería, están muy bien conservadas pero deshabitadas. Miramos la vastedad del paisaje, hacemos planes para nuevas rutas y emprendemos el retorno, eso sí tuvimos que cruzar el nuevo puente colgante.






1 comentario:

Unknown dijo...

Que linda reflexión sobre el ciclismo, me sentí identificada con algunos de los párrafos.
Ojalá se siga desarrolando este blogg.
Felicitaciones