la conversación optimista era envuelta en acordes de Herb Alpert, The Monkees, Aretha Franklin; atravesamos Simbal, Collambay, Cerro Prieto y apareció en la bruma, el caserío de Mucha -el día anterior había llovido la carretera lo delataba-, es allí donde abandonamos el auto nos alistamos y comenzamos el ascenso, 
un clima excelente para pedalear, el paisaje sobrecogedor, nubes, muy poco viento los rayos de un insipiente sol escasamente se filtraban, minutos después se sentía el gusto de estar pedaleando; todo el tramo es de subida, pocas casas en la ruta,
aproximadamente a 11 kilómetros pasando el puente se llega a una tienda en donde se puede comprar algo (nosotros no tuvimos suerte, habían ido llevando su ganado a pastar),
desde el km 12 el terreno se mostró más agreste las ruedas se pegaban con el lodo, ya se dejaba sentir una pequeña garúa,
en el km. 17 todo lo cubría la bruma y la lluvia se había iniciado, bajo este clima llegamos a Sinsicap - km 21 el almuerzo junto con la adrenalina recuperó la energía que necesitábamos –fotos de rigor-, emprendimos el retorno este fue con lluvia,
el lodo nos cubrió totalmente, los sentidos se agudizaron, la bici patinaba que era un primor, hasta que las zapatas no resistieron mas, desde ese momento el descenso se hizo mas lento y mas peligroso. Una ruta de esas para recordar.
el lodo nos cubrió totalmente, los sentidos se agudizaron, la bici patinaba que era un primor, hasta que las zapatas no resistieron mas, desde ese momento el descenso se hizo mas lento y mas peligroso. Una ruta de esas para recordar.
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